Leer y hacer la cena: dos cosas perfectamente compatibles: cada una en su momento, claro está. No vaya a ser que el libro que me han prestado en el Club de Lectura acabe "participando" de la cena, con su correspondiente mancha de aceitillo.
Y es que la afición por la lectura invade todos los ámbitos de mi vida.
Sin ir más lejos, esta noche ha invadido la tortilla de patata, que ha quedado perfectamente cuajada mientras contemplaba en mi imaginación la estancia donde el general y Kónrad -su amigo del alma- protagonistas de la novela que ahora estamos leyendo en el club de Lectura, mantienen una conversación mientras cenan: una conversación vital para sus vidas.
"Candelabros de porcelana, con velas gruesas y azules, como en las iglesias... las altas llamas de las velas oscilan, sin llegar a disipar las sombras del comedor... Delante de los platos y de los cubiertos ausentes se encuentra la figurilla de porcelana del Sur: un león... El mayordomo, vestido con esmoquin negro, está firme e inmóvil, al fondo, al lado de la mesa de servicio..."
La conversación que he mantenido con mi familia mientras cenábamos, no ha sido vital para nuestras vidas, que digamos, pero ya estoy planeando para mis adentros una cena con candelabros, esmoquin y... ¡tortilla de patatas!, por supuesto.
¡Ay!, si el general y su amigo Kónrad hubieran tenido para cenar una tortilla como la mía, otro gallo les hubiera cantado.
¡Ah!, se me olvidaba: la novela que estamos leyendo - y casi terminando- se titula :
"El último encuentro", de Sándor Márai
No dejes de leerla: te la comerás entera, como mi tortilla
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7 comentarios:
Hmmmm, ese rico olor de la tortilla de patata... ¿dices que la hiciste tú,no? pues cuando quieras hacer otra yo también te doy conversación. ;)
Yo me ofrezco a hacer la tortilla, porque habeis de saber que mis tortillas son mundialmente conocidas desde los tiempos de la universidad (mis compañeros siempre encontraban alguna excusa para qudarse a cenar en mi casa), pero eso sí: mientras cocino teneis que leerme en voz alta esta novela de Márai, que tiene tan buena pinta como mis tortilla...
Mmmm baronrojo... la tortilla tiene buena pinta, pero no se habrá caido algún pelillo largo de la melena heavy, ¿no?... ah, que no, que igual no es ese barón rojo ;D.
Me apunto, el libro y a la tortilla...
Seguiré tu receta y tu recomendación...me gusta el aroma a tortilla de papas.llega hasta Miami
Qué envidiaaaa!!!, sana por supuesto...cómo me gustaría asistir a un club de lectura como el que tienen ustedes!! Me encanta leer y lo hago con pasión y desenfreno, pero a veces extraño eso de comentar y escuchar otras opiniones sobre los libros y sus autores. Ahora, Émile Zola me tiene bastante ocupada con una de sus obras, "Germinal", seguramente la conocen. En cierta forma, me siento unida a ustedes, les mando un afectuoso abrazo.
Adorei andar pelo teu blog.
Belos os textos e as imagens...
Jinhos
Hola Mafaldia te vengo a devolver tu amable visita en mi blog. Leí ese libro hace unos años (el de Sandor Márai). Es bellísimo como describe la decadencia magyar. Besotes, M.
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